¿Cómo detectar si mi hijo está siendo bulleado en la escuela?

Hay señales que nos indican que puede estar habiendo problemas. Por ejemplo, si nuestros hijos empiezan a manifestar dolores de cabeza o barriga que desaparecen cuando les damos permiso de quedarse en casa, pueden parecer como una manipulación para no ir al colegio cuando en realidad los dolores son reales y son producto de la ansiedad o el miedo a tener que ir.

Otras maneras de darnos cuenta es cuando repiten que no quieren ir al colegio pero no explican las razones. A los niños les puede dar vergüenza estar siendo maltratados o humillados porque tal vez creen que es su culpa por no saberse defender. Entonces prefieren ocultarnos la verdad y nos piden faltar al colegio pero no aclaran el porqué.

Si los vemos enojados, ensimismados, irritables, mal humorados, o sensibles, lo mejor que podemos hacer es preguntarles si los podemos ayudar. A los padres nos cuesta darnos cuenta que el enojo puede ser en realidad un GRITO DE AUXILIO, muchas veces reaccionamos ante su enojo con más enojo de nuestra parte.

¿Qué hacer en caso de sospecharlo?

Lo primero es conversar para que sienta apoyo. Debemos dar amor incondicional. A veces nos cuenta dar ese tipo de amor porque sentimos que tal vez nuestro hijo(a) es raro o diferente y por eso es que lo maltratan. Si nos pasan estos pensamientos debemos recordar que el amor incondicional se da cuando amamos por encima de todo.

Luego debemos decirles «esto que ha ocurrido no te lo mereces, permíteme reportarlo en la escuela para conseguir ayuda». Si su hijo le pide que no cuente, explíquele que los adultos necesitamos saber lo que está pasando para poder ayudar. El foco debe estar en buscar ayuda, no en el castigo del otro. El castigo del otro no le va a devolver a su hijo la alegría de ir a la escuela, es más, a veces puede empeorar. Esto no quiere decir que no deben haber sanciones, lo que quiere decir, es que el foco mayor debe estar en ayudar a que nuestro(a) hijo(a) se sienta mejor.

Y si ya han sido bulleados por mucho tiempo, busque ayuda profesional. 

Recuerde que no es culpa de su hijo(a). Que no son ellos quienes deben cambiar. Es el entorno el que le ha fallado a su hijo(a), es la falta de conocimientos acerca de cómo manejar estas situaciones lo que lo ha llevado hasta aquí. Entender que NADIE MERECE SER MALTRATADO, es el primer paso que podemos dar para ayudarlo(a).

Muchas veces los seres humanos nos olvidamos de la importancia de pedir ayuda. Pedir ayuda profesional es un síntoma de que sabemos aceptar que todo puede estar mejor. Pedir ayuda es aceptar que no estamos solos y que podemos contar los unos con los otros.

 

Alejandra Schatzky
Chief Emotions Officer
Generación EPI
aschatzky@generacionepi.com

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