El sueño es una necesidad fisiológica fundamental para el desarrollo físico y mental de los niños, y se relaciona directamente con su salud, crecimiento, estado de ánimo y aprendizaje.
La cantidad y calidad de sueño son igual de importantes, por eso el sueño de los niños es evolutivo, un bebé recién nacido no tiene la misma necesidad de sueño que un bebé de 8 meses o un niño en edad preescolar.
Los niños que duermen correctamente funcionan y se sienten mejor, son más creativos, están más alerta, su sistema inmunológico es más fuerte entre otros. Beneficios como estos hacen que los niños sean menos propensos a desarrollar problemas de comportamiento, atención, dolores de cabeza, irritabilidad, cansancio durante el día y sobrepeso.
Dormir es un hábito que se aprende, al igual que comer o caminar y lo aprenderán a su propio ritmo.
Gran parte del proceso depende de los padres, somos nosotros los que debemos enseñarle el hábito de dormir bien a nuestros hijos sin importar que filosofía de crianza o cultura impartan en casa, siempre y cuando sea saludable.
Si el niño no duerme bien no quiere decir que necesariamente tiene un problema psicológico o médico, simplemente necesita una rutina más consistente para lograr organizar su sueño, la mayoría de los problemas de sueño son conductuales.
Desde que nos convertimos en padres es importante establecer un apego saludable con nuestro bebé, usualmente nos equivocamos pensando que, estableciendo límites a la hora de enseñarles a dormir, no será posible esta conexión.
Algunos consejos para ayudar a establecer buenos hábito de sueño son:
Tanya Abouganem Sleep Coach
@tanya_sleepcoach
contacto: 6366 6310
tanyaspleepcoach@gmail.com
GUIA DE LOS NIÑOS
Es una revista bimestral de distribución gratuita.
Tirada: 10,000 ejemplares.