El sueño de nuestros hijos debe ser una prioridad 


El sueño es una necesidad fisiológica fundamental para el desarrollo físico y mental de los niños, y se relaciona directamente con su salud, crecimiento, estado de ánimo y aprendizaje.

La cantidad y calidad de sueño son igual de importantes, por eso el sueño de los niños es evolutivo, un bebé recién nacido no tiene la misma necesidad de sueño que un bebé de 8 meses o un niño en edad preescolar.

Los niños que duermen correctamente funcionan y se sienten mejor, son más creativos, están más alerta, su sistema inmunológico es más fuerte entre otros. Beneficios como estos hacen que los niños sean menos propensos a desarrollar problemas de comportamiento, atención, dolores de cabeza, irritabilidad, cansancio durante el día y sobrepeso.

Dormir es un hábito que se aprende, al igual que comer o caminar y lo aprenderán a su propio ritmo.

Gran parte del proceso depende de los padres, somos nosotros los que debemos enseñarle el hábito de dormir bien a nuestros hijos sin importar que filosofía de crianza o cultura impartan en casa, siempre y cuando sea saludable.

Si el niño no duerme bien no quiere decir que necesariamente tiene un problema psicológico o médico, simplemente necesita una rutina más consistente para lograr organizar su sueño, la mayoría de los problemas de sueño son conductuales.

Desde que nos convertimos en padres es importante establecer un apego saludable con nuestro bebé, usualmente nos equivocamos pensando que, estableciendo límites a la hora de enseñarles a dormir, no será posible esta conexión.

Algunos consejos para ayudar a establecer buenos hábito de sueño son:

  • En caso de practicar colecho debe ser en una superficie diferente a la de los padres y no en la misma cama. De esta manera tu bebé estará más seguro y la transición a su habitación será más fácil.
  • Prepara el ambiente donde va a dormir tu bebé, la temperatura debe ser agradable y en caso de utilizar luz debe ser amarilla y tenue.
  • Establezca una rutina de sueño y sea consistente.
  • Alimentar al bebé puede ser parte de una rutina de sueño, pero no debe quedarse dormido mientras come.
  • Acuéstalo despierto pero adormilado en su cuna, esto ayudará a que aprenda a conciliar el sueño de manera independiente y en caso de que despierte podrá volver a dormirse solo.
  • No lo duermas en brazos ni meciéndose. Un sueño que se concilia en movimiento no es profundo ni restaurador.
  • Organiza un horario de sueño acorde a su necesidad.
  • Evita el uso de pantallas dos horas antes de acostarlo, interfieren en la  secreción de melatonina.
  • Nunca es tarde para empezar a establecer hábitos saludables de sueño, la clave está en ser consistentes. El sueño de nuestros hijos debe ser una prioridad.

 

Tanya Abouganem Sleep Coach

@tanya_sleepcoach

contacto: 6366 6310

tanyaspleepcoach@gmail.com

 

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