En la naturaleza, vemos como un mamífero recién nacido, instintivamente empieza a comer de las mamas de su madre. Un león, un ternero, un cachorro…. Para ellos, es instintivo. Necesario para su supervivencia.
Y para nosotros, la especie humana, el mamífero pensante, la lactancia se ha convertido casi que en lo diferente, lo difícil, un reto.
Tenemos muchísimas ventajas en otros aspectos de nuestra vida diaria al ser la especie de mamífero más inteligente, pero justamente el acto de parir a una cría es lo que nos conecta a esas raíces primitivas de donde venimos. El parto y la lactancia son sucesos necesarios a lo largo de la historia para continuar con nuestra especie.
Y entonces nace la pregunta: ¿por qué la mayoría de las mujeres hoy en día no tenemos el instinto de pegar al pecho a nuestras crías? ¿Acaso el hecho de ser el mamífero pensante nos desconecta de nuestro instinto?
Con tanta información a nuestro alcance, la lactancia materna nos puede parecer algo confusa. Y para poder tener una lactancia materna exitosa lo recomendable es educarse durante el embarazo, contar con las herramientas necesarias dentro del ambiente en el que nuestro bebé vendrá al mundo. Siempre el mejor inicio para la lactancia es el apego temprano. Es decir, que el bebé tenga su primera toma de leche materna dentro de la primera hora de vida si el estado de bebé y mamá son estables. A esto le llamamos “la hora dorada”.
La hora dorada tiene un sin fin de beneficios para el lactante y para la madre. El bebé nace en estado de alerta, es decir, si colocamos al bebé en el abdomen de su madre, este es capaz de reptar hasta los pechos para empezar su primera toma de calostro, así le llamamos a la leche materna durante los primeros días de lactancia. La UNICEF llama al calostro la primera vacuna infantil por sus grandes beneficios para la salud del lactante.
Un bebé que vive la experiencia de la hora dorada, tiene más probabilidades de no tener obstáculos más adelante a la hora de las tomas.
Gran parte de una lactancia materna exitosa es la información actualizada y el apoyo de las personas que nos rodean. Es ideal informarse en grupo para una lactancia más llevadera.
Un ejemplo de un gran mito de la lactancia es que es normal el dolor. Cuando en realidad si nos duele alguna otra parte del cuerpo, acudimos a un especialista. Con la lactancia es igual. Si sentimos dolor, es importante acudir a una persona estudiada en lactancia, como una líder de la liga de la leche o una consejera de lactancia certificada.
-Sofia Ghitis, consejera de lactancia certificada. @lactancia.norte
GUIA DE LOS NIÑOS
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